A Florencia hay un barrio muy vivo que ha sido definido el barrio más ‘cool’ del mundo por Lonely Planet. Es el barrio de San Frediano. Generalmente no creemos en estas ‘top ten’, somos más de callejear las ciudades por libre, pero ha sido curioso descubrir este dato justo en el momento en que queríamos relatar de nuestra experiencia a la descubierta de San Frediano. El hecho de estar en la Lonely Planet como mejor barrio para salir del mundo hace que lógicamente aún en día sea un poco más transitado por turistas pero afortunadamente sigue siendo el barrio donde la gente de florencia sale por la noche y se reúne y realmente se pueden pasar por aquí veladas muy bonitas!
Como dice un articulo del periódico italiano Il Sole 24 ore, San Frediano podría ser definido como el barrio del tercer día; los turistas después de ver todos los monumentos de Florencia el primer día (el eje: Duomo, Uffizi, David de Michelangelo, Cupula de Brunelleschi), el segundo lo dedican a callejear fuera de las plazas principales o a algún museo o parque, para llegar al tercer día a ‘aventurarse’ en los barrios más de los lugareños, y es en este momento que descubren el bonito San Frediano.
Y ese es el día que se cruza el ponte vecchio y se va a descubrir la riva izquierda del río Arno (Oltrarno como dicen a Florencia). Estamos en el barrio de Santo Spirito y San Frediano es una de las áreas (Rione en florentino) de esta zona del centro histórico de la ciudad. De primer impacto se nota una reducción drástica del caos y de la densidad de persona, palacetes más bajos y callejuelas estrechas, tiendecitas de artesanías y pequeños restaurantes que ya se notan menos turísticos y más auténticos.
En San Frediano la gente aún vive y es un barrio lleno de plazas con niños jugando, escuelas y normales tiendas de barrio. Pasear en sus calles es realmente bonito y relajante: esconde rincones encantadores, cuenta con verdaderas joyas artísticas como la iglesia de Santo Spirito (realizada por Brunelleschi, en la sacristía hay un crucifijo hecho por Michelangelo), la basílica de Santa María del Carmine (que en su interior esconde la capilla Brancacci) y el de Cestello, o sea la iglesia de San Frediano.
Si bien creemos que el valor más grande de este rione de Florencia sea su vida cotidiana así como la gran cantidad de artesanos que hay, es cierto que también hay una gran oferta gastronómica que pasa por las cocinas del mundo, como el famoso restaurante japonés Momoyama, uno de los mejores de todo el norte de Italia hasta tabernas típicas toscanas como la Trattoria del Carmine o la dell’Orto (de la huerta). En sus calles y sus plazas encontraréis también refinados restaurantes modernos y ofertas singulares (como L’Essenziale en la plaza Cestello). Si queréis conocer más oferta de esta zona, podéis ver lo que han escrito (en italiano) los de TuscanyPeople de San Frediano.
Siguiendo nuestro estilo y filosofía del viaje os aconsejamos definitivamente visitar estas tipologías de barrios en las ciudades donde vayáis porqué al final serán las que realmente dejarán una huella en el recuerdo de vuestros viajes!
